Monday, March 26, 2012

Español Story -Susurros en el Viento



This is one of the projects am most proud of. I enjoy doing stories, especially romance and suspense may be involved. I am sorry this is spanish but am latin so is a must do in this case, so to any spanish speaker that found my blog, read it and FOLLOW IT!! 

The start is more less weird, I didn't know what to write at first but then ideas popped in my head so much I wanted to put on but it would have taken too long.


Susurros en el Viento

Esta mañana:
Entre los árboles. Ya me alcanzan lo puedo sentir. La risa del viento con las hojas danzando entre sus dedos. No puedo parar, ya casi llego. Pequeños susurros, rápidos y ágiles los puedo escuchar, crack-crack, el aire tan rápido como iba, se fue de mis pulmones, sin embargo sigo corriendo, entre los arbustos, en las ramas los escucho.

-No llegaras. No podrás.- los susurros se hicieron gritos y el bosque fue creciendo con las sombras, la podía sentir, por engullirme en la el crepúsculo.

-No llegaras si no te levantas- resonó los bosques hasta ser la voz cierta persona muy conocida.

-¡Diana, ya levanta te! El camión esta por llegar.- dijo Roxana desperada, mi compañera de cuarto desde que me mude a Miami por la beca de preparatoria que conseguí. Me pare de la cama, corrí al armario, uniforme, desayunar, lavar dientes, peinar, mochila. Salí volando de mi recamara, hasta que note que Roxana, resistía una risita. Voltee hacia el reloj que esta parado en el buró “ 9:50 AM. Sáb. 26 Dic. 2011”.

-¡Muere te!- grite con furia hasta que el cansancio me ahogo llegando a la cama, dejando todo lo que estaba en mi mano en el suelo. Entre las sabanas y almohadas podía escuchar su risa, fuerte y llena de alegría por mi angustia, -¿Y tu que haces tan despierta?- dije mi voz enmascarada por los cojines.
-Aburrida, ya sabes con este calor y con Fluffy, ya no se sabe lo que es cómodo.- respondió casualmente, comentando sobre mi perro. Mi mejor amiga, mejor dicho mi tortura 24/7, desde sexto aunque debo de admitir que la odiaba con toda mi alma.

-No se llama “Fluffy”, su nombre es Bond…- aclare bostezando.

-Si si, James Bond, gran nombre. Además te retorcías tanto que parecía que estabas corriendo. Era mejor que te despertara.- dijo mientras revisaba sus uñas con esmalte verde esmeralda.

De hecho así fue pero como fue un sueño insignificante para que gastar palabras. Solo me levante y me volví a cambiar esta vez a ropa deportiva, y mis tenis para correr solo así puedo deshacerme de este mal presentimiento sobre mi pesadilla tan ridícula. Tan pronto Bond me vio con la correa en la mano empezó a brincar por todo el pequeño apartamento, me dirigí a la puerta y rápidamente Bond estaba a mi lado y le coloque la correa y con esos grandes ojos cafés me miro algo diferente como si supiera lo que fuera a pasar y tan rápido como vino se fue y volvió esos ojos alegres, llenos de amor. La única explicación era mi falta de azúcar ya que no desayune y posiblemente la cena de ayer me causo esa pesadilla que se sentía tan real.

Ya llegando al parque cerca de la playa, Bond y yo empezamos a trotar, estaba tan concentrada que llegamos hasta la zona ricachona, ya ha pasado que me he perdido en mis pensamientos pero nunca tan lejos, la calle era mas limpia con cercas tan altas como dos metros. Deje de trotar pero algo hizo que Bond siguiera corriendo, por un instante pude escuchar esos pequeños pero rápidos susurros.

En el Presente:
El viento en mi espalda, los murmullos estaban cerca, perdí de vista a Bond, no importa el sabe su camino a casa. Seguí corriendo hasta llegar a un bosque miniatura. Mi pesadilla se estaba siendo realidad hasta podía las sombras creciendo tratando de alcanzarme y lo hicieron, me suspendieron en el aire entre sus delgadas garras. Siento como se me encajan en la piel pero sin ningún dolor. Abriendo los ojos me doy cuenta que el bosque es el mismo y estoy adentro de una red de cacería, algo inusual ya que en Miami no hay tanta vida salvaje, trato de calmarme evaluando una escapatoria me di cuenta que estaba especializada para animales pesados, algo útil después de tantas horas acampando en lo salvaje, y supuse que el cazador iba a venir pronto no obstante llego dos hombre bien vestidos. Estoy perpleja aunque ellos no están tan lejos, me doy cuenta que aun estoy atrapada en la trampa y siento como me ruborizo mas cuando los dos eran bien parecidos además yo en mi ropa deportiva.

-Mira mira… es cierto siempre atrapas algo, David- dijo el de ojo azul entre carcajadas, cabellera rubia, y esponjado con picos despeinados su piel algo bronceada por el sol de Miami y una alegría inigualable en sus ojos pero por alguna razón tenia unas pequeñas marcas en las mejillas que le daban un aspecto algo gatuno. Mi atención era tan intensa hacia aquel joven de mirada amigable y calmante hasta que el otro comenzó a hablar.

-Hn, por lo visto todo lo peculiar.- dijo en una voz mas profunda, nunca había visto alguien igual, es el equivalente a un ángel con traje, su piel pálida para el Sol ardiente, con unos ojos tan oscuros que parecen pozos sin fondo y su cabello negro como la noche sin luna largo, mechones caídos dándole contornó a su rostro sin defectos pero lo mas desconcertante es que no había emociones, sus ojos sin fondo son mas bien sin sentimiento, embotellados en esa piel tan perfecta.

-¿No quisieras salir? Aunque se ve que esta muy a gusto.- comento el rubio, sin darme cuenta ya estaban a mi lado mirándome curiosamente, me sonroje un poco mas.

-Claro que si, por favor ya déjenme ir.- dije desperada ya que vi que el cielo se estaba oscureciendo. Los dos muchachos soltaron la trampa y explicaron que es un pasatiempo ya que antes vivían mas cerca de los bosques y cazaban sin matar. La versión correcta es Nicolás, quien es rubio, hablo durante todo el tiempo mientras David, el de ojos negros, solo asentía y me miraba intensamente hasta que sostenía su mirada, desviando la suya.

Cuando salimos del bosque ya estaba oscuro mas no podía encontrar a Bond David después el silencioso David ofreció llevarme en su porche negro no estaba tan animada pero ya era tarde y Roxana estará preocupada entonces accedí. En el camino no hubo intercambio de palabras hasta que le comente sobre mi perro para que este al tanto y el solo cabeceo, el silencio continuo aun cuando llegamos al departamento, obviamente el no estaba acostumbrado a tan poco espacio.

-Emm… Gracias por traerme.- dije algo incomoda

-Hn, de nada- dijo con desinterés. Solo nos quedamos ahí tratando de evitar miradas, éramos totalmente extraños hasta esta tarde, cuando el se fue dirigiendo a su carro comente sobre su trampa y pareció que la esquina de su labios moverse hacia arriba como una pequeña sonrisa y ahí fue la conexión.


No comments:

Post a Comment